sábado, 20 de marzo de 2010


**EL PUNTO DE VITA MASCULINO SOBRE UN TEMA DE CONTROVERSIA**


Debatir si la mujer debe tener el derecho al aborto o no es como debatir si los negros deben ser esclavos o no. Así de fundamental es.
Es un tema de vida o muerte. Ambos lados de las barricadas tienen opiniones muy firmes sobre esta cuestión precisamente porque plantea interrogantes más grandes sobre a las relaciones sociales entre el hombre y la mujer, y sobre la organización general de la sociedad. Pero hay un lado correcto y un lado incorrecto del argumento.
Las fuerzas que se oponen al aborto dicen que es matanza porque, según ellos, el "feto es un niño que todavía no ha nacido". Dicen que lo crucial es la "vida del feto". Pero eso es mentira.
La historia enseña que una de las principales formas de controlar a la mujer en las sociedades opresivas es controlando su reproducción. Desde que la sociedad se dividió entre los dueños de propiedad y los que no poseen nada, y desde que se impuso el dominio del hombre sobre la familia y la sociedad, a la mujer se le quitó el derecho de tomar decisiones sobre la reproducción. La iglesia y el Estado dictan la subordinación de la mujer al hombre. La religión, las instituciones políticas, las leyes y el peso de la ideología reaccionaria trabajan en sincronismo y ejercen su peso coercitivo sobre ella. Así y todo, la mujer jamás ha dejado de luchar contra esta coerción.
La mujer se hace un aborto por muchas razones, y todas son válidas. Ninguna mujer debe sentirse culpable por terminar un embarazo no deseado. Y ninguna mujer debe prestarle la menor atención al argumento de que el aborto es "egoísta".
Tener un hijo puede ser una fuente de alegría para una mujer. Pero también puede ser una pesadilla para la que por cualesquiera que sean las razones no quiere tener un hijo en ese momento o en determinadas circunstancias. Así que obligar a una mujer a continuar el embarazo es sumamente cruel y sádico. Afectará su vida entera y a nadie se le debe trastornar la vida de esa manera. Ningún niño debe nacer si no es deseado. Ninguna mujer debe ser obligada a escoger entre la maternidad involuntaria y un aborto chapucero.
El aborto es algo común que le da a la mujer control sobre su vida y no tiene por qué sentirse a la defensiva. No importa lo avanzado que esté el embarazo, no importa si puede vivir fuera del cuerpo, un feto NO es un niño y el aborto NO es matanza.
Ese es el meollo de la lucha por el aborto: Mientras la reproducción se dé en la mujer existe la base para que el control social de la reproducción oprima a la mujer. Precisamente por eso, el bienestar físico y social de la mujer debe tener prioridad sobre todos los procesos subordinados, como la reproducción. Claro que se trata de la salud de la mujer pero, lo que es más, se trata del derecho de la mujer a incorporarse plenamente en la sociedad.

http://revcom.us/a/firstvol/890-899/897/rcview_s.htm


**ARACELI RANGEL ANDRADE **

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